viernes, 18 de enero de 2008

Unas 500 farmacias más se abren en Andalucía



El Parlamento de Andalucía aprobó a finales de año la nueva Ley de Farmacia. La norma ha posibilitado la apertura de unas 500 nuevas oficinas de farmacia, el refuerzo del papel del farmacéutico como agente de salud, la mejora de la transparencia en la adjudicación de las oficinas, el fomento de la investigación en medicamentos estratégicos y la facilidad del traslado de los farmacéuticos rurales.

Este documento facilita el acceso de los ciudadanos a los servicios farmacéuticos. Se abrirán, así, en una primera fase, unas 250 nuevas farmacias en las ocho provincias, y que alcanzarán las 500 en un plazo medio.

La Ley establece que será la Consejería de Salud la que asuma la planificación mediante convocatorias públicas. De este modo, fijará los lugares en los que se podrán abrir nuevas oficinas, flexibilizando los criterios generales para tener en cuenta los incrementos de población censada, flotante o estacional. El objetivo es ajustar la oferta a la demanda real y a los crecimientos demográficos.

Para ello, se permitirá la instalación de nuevas oficinas en núcleos rurales, así como en zonas de expansión urbana con un mínimo de 1.000 habitantes y en aeropuertos y centros de tráfico de viajeros y mercancías, entre otros emplazamientos.

La norma también prevé la apertura de servicios farmacéuticos en todos los distritos de atención primaria y en los hospitales de más de cien camas. En el caso de los centros sociosanitarios públicos o privados, la instalación dependerá del número de plazas y del tipo de atención farmacológica que precisen las personas residentes.

Otro de los aspectos recogidos en el texto es el reconocimiento de los derechos de los ciudadanos a recibir una atención farmacéutica con garantías de confidencialidad y con la suficiente información sobre su tratamiento y sus beneficios. El texto, además, refuerza el papel de los farmacéuticos como agentes de salud y regula en esta línea sus funciones y obligaciones: información y asesoramiento al ciudadano, prevención de la enfermedad y cumplimiento farmacológico, colaboración con los facultativos en la comunicación de posibles reacciones adversas y actuaciones adecuadas para la custodia, conservación y eliminación de medicamentos, entre otras.

Con el fin de introducir parámetros de calidad, se ha establecido un sistema de acreditación para las oficinas de farmacia y los servicios farmacéuticos, orientado a la mejora del servicio y a la garantía de la prestación. Además, otorga rango legal a las políticas de uso racional del medicamento que se desarrollan en la comunidad autónoma, como la prescripción por principio activo.

En cuanto a los denominados medicamentos estratégicos, el texto incorpora como uno de sus objetivos la promoción de la investigación y de la producción en este campo a través de un plan específico.

Adjudicación de nuevas oficinas

En el aspecto referido a la adjudicación de nuevas oficinas de farmacia se ha establecido un concurso público en tres fases, atendiendo a los principios de publicidad, transparencia, concurrencia pública y mérito. El baremo tendrá en cuenta, por tanto, los méritos académicos, la formación postgraduada y la experiencia profesional, entre otros.

La primera fase del concurso da prioridad a los farmacéuticos que han desarrollado su trabajo en el ámbito rural. En este sentido, aquellos profesionales que tengan una oficina de farmacia en un municipio de menos de 1.000 habitantes, y que lleven un mínimo de diez años en esta situación, tendrán prioridad para elegir farmacia, para quienes se reservará un 20% del total de las nuevas oficinas que salgan a concurso.

En la segunda fase, todos los farmacéuticos podrán solicitar cualquiera de las oficinas que quedan vacantes.

La tercera fase abre una posibilidad para aquellos farmacéuticos en paro y quienes nunca han tenido una oficina de farmacia. En este cupo estarán las oficinas que quedan vacantes tras la adjudicación de nuevas farmacias una vez resuelto la primera y segunda fase del concurso.

Programa de rehabilitación para las complicaciones de la cirugía del cáncer de mama




El Hospital Universitario Virgen del Rocío impulsa un programa de rehabilitación para las complicaciones de la cirugía del cáncer de mama.

El Servicio de Rehabilitación desarrolla un nuevo protocolo para minimizar el impacto funcional de las posibles secuelas quirúrgicas como el linfedema, el dolor neuropático y la rigidez.

Hasta un 24% de las pacientes intervenidas de cáncer de mama acaba desarrollando un linfedema en los meses posteriores a su cirugía, un porcentaje que se eleva al 41% cuando se realiza una terapia combinada con radioterapia.

La extirpación de los ganglios linfáticos que se hace en la mayoría de estas intervenciones, al igual que ocurre en la cirugía del melanoma, conlleva una disfunción que se manifiesta con retención de líquidos y proteínas en el espacio que hay entre las células, con la consiguiente inflamación y tirantez de la zona intervenida. Aunque no suele ser una complicación dolorosa, los pacientes pierden movilidad y tienen riesgo de desarrollar infecciones locales.

Es una patología crónica que exige el seguimiento de las pacientes y un tratamiento integral para que la calidad de vida de las mismas no quede mermada.